junio 28, 2008
Alas
Recuerdos
Cuando no tenía muchas preocupaciones,
Y las que tenía realmente no lograban afectarme lo suficiente.
Cuando el mundo cabía en cuatro personas y tres lugares.
Cuando mis días no tenían afán ni importancia.
Cuando el futuro era tan informe y lejano que no se relacionaba en ninguna manera con el presente
Y no había recuerdos ni pasado, porque se estaban apenas construyendo a la par.
Tenía entonces sentido levantarse en la mañana y acostarse en las noches,
Tenía entonces sentido hacer avanzar el mundo a pasos y detenerse en los detalles,
Tenía entonces sentido pasar noches en vela y dormir días completos y salir a la calle y esperar el nuevo sol en compañía,
Y contrariar todo y a todos y ser imprudente y feliz.
Tenía entonces sentido vivir, seguir, insistir y volver a vivir en un mundo agradecido y coherente.
Ahora cada paso es obligado, por la absurda necesidad de seguir con la rutina que me mantenga con los pies en la tierra.
Los pies, las manos, la cabeza y las rodillas,
Y tratar de avanzar absurdamente así en este sinsentido
Que para todo el mundo lo tiene.
Y no rendirse.
(Creo que, en el fondo, para eso sirven los recuerdos).
A veces...
junio 27, 2008
Nereida
Y que, dice ella, el único amor que invade su alma es el que siente hacia los peces que algunas mañanas inspeccionan la superficie del mar para mirarla a los ojos.
Sólo los ama cuando los observa sin tocarlos, cuando construye caminos que la llevan hasta el lugar exacto donde los peces se acercan -maravillados- a verla.
Sólo los mira cuando siente la necesidad de partir, de levantar anclas y de nadar.
Sólo puede amar bajo esas circunstancias,
Sólo puede hacerlo cuando el impulso vital de acercarse deja de depender de ella y se transforma en una alianza entre la naturaleza y sus pies.
junio 26, 2008
Buscar el Edén
Fuente de sangre en forma de hombre…
Yo, mirándote, escuchando tus sonidos… despertando.
Alma escurridiza…
Muerte de segundos en mi boca,
Muerte de mi boca y mis sonidos,
Muerte de la música que alimenta el mundo…
Ayúdame a retenerte…
Otra vez, otra vez--- y una vez más.
Nada que prometer, pero todo por cumplir,
Intento, intentas… intentos,
Hay algo que regresa,
Cielo en nuestros labios,
Violetas… margaritas…
Muéstrame tus manos, juega con las mías.
Nada me corresponde hacer excepto amarte,
Sentir tus contornos.
En lugar de escapar, quedarme,
Sólo quedarme,
Mientras el movimiento sigue encadenando mis piernas.
Buscar el Edén de la inocencia primera
Tacto
junio 25, 2008
María en el universo de las maravillas
junio 24, 2008
El despertar del héroe
Raíces heroicas
Mitología
Mucho ruido
junio 23, 2008
Rito
junio 16, 2008
Momento "si"...
Mi superficie habitable...
Campanas y cajas.
Redoblan pero no suenan, retumban sin timbre, sin color de notas, sin pentagramas de barro como era antes.
Me sé en esta casa que en el día se vuelve de cartón, en esta avenida cerrada y cercada por los troncos de viejas violetas.
junio 15, 2008
...¿Cuánto mas?
¿Cuántas zancadillas autoimpuestas?
¿Cuántas alegrías pequeñitas tendrán que acomodarse en mis días para querer hacer algo?...
Para manipular la idea de dolor y ser su victimaria y no al revés.
¿Cuántos días, cuántas personas, cuántos espacios y colores tendrán que ver mis ojos para escoger algo, asumirlo y enfrentar sus malditas consecuencias?
Indeseable debilidad a consciencia,
Necedad ficticia que me consume día tras día.
Ojalá a los sentidos les funcionaran tantas palabras.
No es posible evadir el reproche, ni hacer que al tiempo que se cruzan los brazos en señal de una prolongada espera,todo se vuelva vapor que asciende y desaparece.
...Y usted no está aquí,
Y no estará por más que espere y vuelva a esperar hasta cuando el tiempo ya no exista...
Rómpete un poco, como yo
junio 14, 2008
Entre Paréntesis
junio 13, 2008
Sólo Una Mirada
junio 10, 2008
Abriendo un agujero hasta ti
¡Ven!
Bebe de mi sexo,
Como náufrago el rocío.
Aquí me tienes tendida,
Abierta como la hoja de la palma…
Latiendo como un batracio después de la lluvia.
Triste y vencida,
Terriblemente sola sobre la hierba,
Despeinada…
Vacía.
Llena, repleta, henchida de deseo.
De pie
Contra el peldaño…
Tú destilando… escurriendo, exhalando
Transpirando, goteando, perdiendo…
Yo callada,
Escarbándote…
Absorbiendo todo tu olor.
En un bar,
Dedos nudosos…
Como vides ya muertas…
Entrando.
Saliendo…
Encerrados en un baño,
Tu semen
Resbalando por el lavabo…
Exprimiéndote como a un limón,
Tus testículos, tibios higos…
Fecundas uvas, mis ovarios,
Breviarios de placer.
Yo, Madonna inmutable.
Mitad mujer, mitad bestia.
Alimaña mortal, procreadora del placer.
Tú, Caronte en busca de la moneda,
Navegando por mi cauce…
Atravesando el Estigia.
Conocedores de que al otro lado
Nos espera
La desolación.
Doncella de piedra caliza
Deshaciéndose en mi flujo,
Derramándose y fluyendo por mis piernas
Llegando hasta el rubí de fuego…
Resbalando por mis límites.
Alicia en el laberinto.
A horcajadas,
Tus flancos golpeándome.
Jinete sin espuelas ni tiempo,
Agarrándote a mis caderas,
Magullándome con las uñas,
Hiriéndome con los labios.
Ya no se si eres tú el que entras,
O soy yo la que te invade.
Lilith y Eva, abrazadas
Sobre un lecho de musgo.
Madre e hija,
Ramas de un mismo árbol…
El del Paraíso.
Mano que roza mi mano con fuerza,
Mi piel derretida
En impacientes manos hambrientas.
Piel canela, deliciosa y desnuda piel canela.
Bajar por el cuello,
Lamer, besar, morder…
Acucia el olor a sexo... Serena tierra mojada
Un dolor de cristales bajo la espalda
Un bacanal de deseos anónimos.
Espalda arqueada…
Tacto, tacto húmedo de los labios.
Aquí en este vientre pálido,
Este mar interior, esta espuma...
Este rastro de babosa en los dedos,
Aquí, todo mi deseo de loba hambrienta.
Hay algo aquí dentro…
Manos húmedas y presurosas,
Espasmos musculares,
Taquicardia,
Sexo, sexo, sexo…
Amor, éxtasis, ¿amor?
Doloroso y placentero.
junio 09, 2008
Eternauta
La vida se puede intentar describir en términos de la relación fuga - permanencia.
Esa dicotomía sirve de espejo para decidir entre millones de maneras y de rumbos.
Las trampas de Hitchcock siempre me han llevado a pensar en la posiblidad de aceptar un camino sin futuro, sin metas ni expectativas, sin líneas de llegada.
Entonces la añoranza recurrente y el deseo a largo plazo pueden resultar igual de inútiles; la complejísima búsqueda, la necesidad de trepar por los muros del laberinto para mirar cómo son los laberintos de afuera puede ser un ejercicio autodestructivo.
Cuando se es consciente del sinsentido de la vida se percibe que el progreso es inexistente, pero, si uno está lo suficientemente cuerdo como para seguir normas y rutinas en las que no cree, es porque la lucidez genera que veamos que la vida es tan banal que no es posible vivir como una tragedia.
No sé qué tan válido pueda ser todo eso.
No tengo certezas y no me importa, pero siento que las preguntas se marchitan, que optan por escapar.
Algunas veces no me queda más remedio que hacer lo mismo: evitar la permanencia y huir a través de largos trayectos sin pensar en el barro en que se hunden mis pies mientras caminan.
Otras veces, sin embargo, puedo contemplar sin mover una pulgada mi cuerpo, puedo mirar el transcurrir de tantos segundos y tantas vidas fuera de mí.
Tal vez construyo mi propia trampa, tal vez he vivido en ella desde siempre.
Acaso mis esfuerzos desesperados por cimentarla y ajustarla a mi vida me hacen una mujer terrestre, un fragmento de raiz que se debate de modo intermitente entre su fuga y su permanencia.
Policromía aniquilante
No saben escucharte, y yo les hablo, sin embargo.
Con ellos comparto cosas como la lejanía y como el tender inútilmente a resistirse a un deseo atrancado entre la piel y el alma.
Y sin embargo te sigo escuchando.
Te sigo, y también me desvanezco como puntitos multicolor en unos ojos cerrados al escucharte cuando tu voz quiere estar.
El resto de momentos me conformo con todo lo demás que recojo del mundo.
Cuando mi mente inoportuna se empeña en volverte formas y en dibujarte con contrastes de verdes y violetas, mis manos no saben qué hacer.
Se desesperan, me hieren.
Esta policromía excesiva me desgasta y me mata como esa gota que cae en el cuello del sentenciado y lo aniquila con dulzura, con la levedad asesina de lo que se busca para saciar la sed.
junio 08, 2008
Y un día después del sábado
Gris oscuro está todo a las ocho y media de la mañana de este gloomy sunday.
A las nueve y veintitrés el sol ahogado pone en evidencia el deseo (pasmado, egoísta y hasta mezquino) de transformar lo gris en algo menos lúgubre y menos frío sin que la cortina, crema como ella sola, lo permita.
Aunque admiro el carácter del sol, quiero y añoro más la decisión permanente y rígida de la cortina.
Todo es igual a la una de la tarde, y también a las dos y media.
A las tres y cuarto ya no parece todo tan gris como antes, luce más bien como vinotinto rojo.
A medida que la noche entra y la fuente de luz se enciende ya nada parece gris, aunque la cortina no ha cambiado de expresión y me sigue mirando.
Yo la observo ocasionalmente y sólo de reojo, porque no quiero que se de cuenta que yo sé que ella me mira.
Y ella, aunque callada y quieta en su silencio ansioso, sabe que yo sé que ella sabe.
junio 06, 2008
Trémula...
En la mañana, ayer, de noche, de tarde, salí a buscar pequeños pozos de duendes y lilas profundas.
Ahora te ordeno que entres.
En últimas, mi cuerpo se enmohece por las olas heladas que recuerdo.
Final.
Post-ludio
... Pero no es este placer de abandonarme a sus brazos acogedores...
Tampoco es la sensación de expandirme agonizando hacia lo eterno, sólo para revivir después en el gris otoño de sus días.
Es sólo que la necia niña de mirada y zapatos azules, busca debajo de la cama ese prisma triangular donde habitaste desde siempre.
Tus inmensas figuras la recorren, la buscan, la persiguen, bajo las claras ondulaciones del cielo púrpura que lo ve y lo conoce todo.
En tus ojos profundos como la selva ella juega y se esconde
Y tú la persigues como se persigue un año o el mediodía de un domingo, la buscas detrás del color de los almendros y encima de la sombra de los alcázares.
Ruegas porque esta tonta niña aparezca y caiga de cansancio de nuevo entre tus ya cansados brazos.
Y como el tiempo, yo miro desde la ventana que da a ese jardín, miro y me compadezco de la torpe niña que te busca huyendo de ti, del cuerpo de papel, del tacto de agua, de los pasos que no dejan de buscarte aunque te encuentren siempre, como una aparición o una sombra de lo ya ido.
Perpleja, la muerte de los días nos mira a los dos, nos mira y se avergüenza de esta mente tan llena de ti y de esta niña que sigue corriendo hacia ti...
Y de estas manos que no cesan de existir aunque debieran.
Porque hay en esta casa muros que se expanden como yo y como la niña y preguntas que han dejado de ser suicidios para convertirse en muertes.
Mis recuerdos de ti no te anidan al pasado: Más bien te obligan a ser objeto, pared, punto suspensivo.
Te atan a ser plegaria y pozo donde confluyen mis tristezas y deseos.
Tu ausencia hace que esta niña no cese de morir.
Este desvanecimiento atemporal e ilógico, se detiene en tus manos de cadáver del tiempo.
junio 04, 2008
Resguardo
Ojalá tuviese yo tu amor así
Sin saber cómo entrar, o cómo salir "
Cielo de ti - Luis Alberto Spinetta
Es hermoso cuando todo es tan efímero e irreal, porque -al menos en este caso- tiene que ser maravillosamente profundo.
junio 03, 2008
Mutismo acinético
Mis letras no hablan.
Mudas de tiempo y de vida se rehúsan a ser siquiera un gemido.
Mis letritas se resisten a abrir toda ventana y a mirar por toda puerta.
Mis palabras son entonces como un crisantemo, vacías de viento, colmadas de aroma a día blanco.
Un crisantemo sin raíz que fue sembrado, que ya antes fue semilla esparcida en un techo subterráneo y que ahora se complace de ser sólo tinta multiforme.
El Baúl de la memoria
y el amor dejó de responder al simple mecanismo de estímulo-respuesta"
Estímulo Respuesta, Jeremías López
Escudos, amuletos, creencias, intuición.Casas de hierba, palmeras de té y nulas posibilidades de estar cerca.
Anillos, pasajeros, suelas y zapatos de vidrio irrompible.
Mis libros ¡mis libros! ... mis hojas de papel brillante y mis letras de color negro, ocre y púrpura.
Mis letras que no son mías, mis letras de cartón y de viento, mis palabras de madera vieja y de vino tinto en llovizna.
Mis papeles en desorden, los pliegues que nunca agrietarán tantas ideas.
También mis papeles en orden y mi tinta necia e impasible.
Mis ideas, mis ideas de plástico y de humo, mis ideas insensatas y mi angustiosa cotidianidad.
Transcribo compulsivamente y me doy cuenta que no hago nada y que mis dedos nunca serán suficiente impulso para que el papel hable, grite o simplemente, observe.
Sé que mis manos no crean.
Sé que mis oídos no engendran sonidos cuando creen que los escuchan y que mis pupilas no se acercan ni remotamente a la idea de contemplación dinámica donde la imagen no existe si ellos no se aproximan a palparla.
Sé que las figuras, como las palabras y los sonidos, siempre están.
Hoy, sin embargo, me gusta pensar que sin mis sentidos el mundo se desplomaría, y que mi cuerpo, inasible y saciado de tacto, se convertiría en cadáver.
Tal vez se convertiría en sinfonía que se autodestruye, que corre hacia su propio letargo.
Cuerpo, manos y boca : únicos observadores, marchitos y desérticos, decididamente inhabitables.
Inmovilidad detestable...
He caminado durante horas, después del vino y los buenos tiempos, después de las letras, de las palabras que salieron de mi garganta con el dolor más infinito que pude sentir jamás, de la lectura que contemplamos y de las lágrimas que resbalaron sobre la ropa mientras la diminuta llama de fuego de la mesa simulaba ser una de las fuentes de luz que se veían más allá de la ventana, sobre los postes.
Después de las puertas de Duchamp y el pragmatismo detestable de mis necesidades, estoy otra vez mirando por la ventana.
II
Cuando veo ese paisaje de afuera me pregunto si puedo intentar traspasar el cristal y volverme parte de los ladrillos que todo lo ven pero que nada sienten, si es posible en alguna medida palpar los rayos del sol con mis yemas que se visten de restos.
Me pregunto si es posible tanta irrealidad, y si puedo fabricar con mis pies senderos de trigo que me lleven hasta un espacio de luz y de agua.
Sólo miro sin sentir.
Muy posiblemente sólo inspecciono.
junio 02, 2008
Insecto de Papel
Insecto de papel que me mira desde su ilimitado panorama, pequeña partícula del mundo llena de movimiento y de luz.
Cadáver Exquisito Sin Continuidad
junio 01, 2008
Paréntesis
Indeed, a common place."
( Una especie de comodidad desagradable emerge del papel de mis libros, no sólo como una presencia ilusoria, sino también como una desnudez del mundo. A través de estas letras, puedo oler esta incertidumbre sobre la fe de dedicar mi vida entera a cosas irreales, cuando esta gente que me rodea se asesina mutuamente, y cuando, sin importar lo que haga, los tonos grises llenan el mundo de desesperanza. No es un tedio por la vida, ni siquiera la desesperación de alguien que piensa como una persona solitaria, pero cada día me despierto siendo consciente de la irrealidad de las imágenes en mi mente y esta conciencia también me obliga a confrontar mi propia mortalidad y enfrentar la posibilidad de que, como los libros viejos, voy a caer en el olvido. Y me resisto a eso, pero al mismo tiempo voy cayendo en la espiral de la comodidad... en ese modo de"sólo ser" que he odiado todo este tiempo.
En este punto, en este preciso momento, en este profundo silencio, sólo quiero ser una buena persona, pero día a día se me hace más difícil. Sólo quiero hacer las cosas que debo hacer. Sólo quiero comprender estos episodios de vida y dolor enredados en ese "todo" que es capaz de ver su propia destrucción, sólo quiero saber porqué toda esta mierda se está volviendo tan usual, y porqué este color oscuro de cada día de mi vida se está alojando en las estancias más profundas del silencio dentro de mi, dentro del mundo... No sé porqué, pero no quiero ser como la tristeza en los rostros de la gente que camina en la ciudad. Me niego a ser el caminante moribundo que atraviesa las calles.)
Fragmentaciones Disneicas
I
Tránsito. Estación que acaba y que mi cuerpo padece.
II
Sé que hay una noche y un lugar propicio para enfrentar con palabras la vaguedad del mundo que ahora se desnuda ante mí.
Finalmente llega un momento especial en el tiempo, un lapso compuesto por segundos evanescentes que parten de los dedos y caen deshaciéndose mientras se deslizan por el brazo y sus distantes curvas.
Los segundos se evaporan, y todo dura tan poco que deja de merecer ser recordado.
III
Las gotas caen obligándome a recordar que el día no está vivo.
La sangre de la noche grita y suspira contra mí, golpea mi ventana con tanta fuerza que casi la rompe y hace que en mi cuarto empiecen a entrar las ventiscas que anuncian el invierno.
IV
Escribir para dejar de hablar, para gritar con los dedos, para hacerlo real... o sobrevivir dos horas más.
Escribir para no sentir la frialdad del piso humedecido o para desamarrar los lazos que se han encargado, hasta el momento, de sujetar mis manos a los árboles que invento y de hacerlas ajenas a mi cuerpo, a ellas mismas.
No consigo escribir. Pero estoy escrita por dentro...
Mi cuerpo se evapora lentamente y con él, mi espacio deja de ser materia y es nada, es polvo y pasado.
Mi cuerpo empieza a ser de sombra y del humo que corroe a su paso todo lo que intenta tocar.
El proceso surge del fondo de mi boca, las voces que conviven a mi alrededor corren desesperadas hacia mi garganta y confluyen todas allí;
Entonces empiezan a gritar desde lo más profundo de mi cuerpo sin que yo pueda silenciarlas.
Gritan, se quejan y me reclaman que sea yo, en mi totalidad, el único nido que alberga el dolor que invade al resto del planeta.