Nunca tuve alas.
Unas cuantas plumas mal puestas que ahora me arrancan y que me encuentro en la acera húmeda.
Manchadas y mustias.
No sé qué hacer con ellas.
No me sirven para nada.
Salvo para recordar que un día, estuve cerca de volar y me di de bruces contra el suelo.
1 comentario:
nunca tendremos alas, nunca podremos dejar atrás todo lo que nos amarra, sin embargo el arte nos deja flotar, tus palabras son un remanso...
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