"I am strong in his hands, I am beyond me; on my own I am human, and I do fault"
Los lirios de tu cama cambian constantemente de color y de tiempos.
No saben escucharte, y yo les hablo, sin embargo.
Con ellos comparto cosas como la lejanía y como el tender inútilmente a resistirse a un deseo atrancado entre la piel y el alma.
Comparto el lugar sobre la almohada y el silencio de un cuarto con techos de papel, paredes de viento y antiguos cementerios de breves notitas musicales en clave de sol en los tapetes.
La ausencia de lo que evado es ahora la permanencia que en el futuro dibujará mis noches, mis días sin sol e incluso sin nubes que consideren borrarse.
Cielo despejado al que me rehuso.
Al que me resigno.
Y sin embargo te sigo escuchando.
Te sigo, y también me desvanezco como puntitos multicolor en unos ojos cerrados al escucharte cuando tu voz quiere estar.
El resto de momentos me conformo con todo lo demás que recojo del mundo.
Cuando mi mente inoportuna se empeña en volverte formas y en dibujarte con contrastes de verdes y violetas, mis manos no saben qué hacer.
Se desesperan, me hieren.
Esta policromía excesiva me desgasta y me mata como esa gota que cae en el cuello del sentenciado y lo aniquila con dulzura, con la levedad asesina de lo que se busca para saciar la sed.
1 comentario:
El final es genial.
Sobre el resto aplicaría la regla menos es más.
felicitaciones señorita Mortem
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