enero 14, 2009

Navidades

Cuando pasan los años y uno crece, se da cuenta de que la navidad que antes esperaba con tanta ilusión ya no significa nada especial.
Los regalos eran, en ese entonces, determinantes en la existencia de uno.
Yo recuerdo las navidades desde que era bien chica, desde cuando éramos más pobres y todo estaba más lejos.
Cuando era más feliz, porque cuando uno es niño siempre es feliz.
Es precisamente eso lo más bonito de la niñez, yo creo que es también eso, y no otra cosa, lo que más envidian los adultos.
Ellos, los adultos, tienen esa extraña costumbre de demostrar que siempre tienen todo bajo control, que hacen lo correcto y que siempre, invariablemente, siempre tienen razón.
Sin embargo, he llegado a pensar que no son más que apariencias, que en el fondo siempre siguen siendo los mismos niños asustados que se han perdido de la mamá en una multitud de gente.

enero 10, 2009

Siempre hay un instante para manosear la conciencia y después desligarse de ella.
Dejando engendrados mutaciones de un cuestionamiento sin sentido, devorando observaciones tan inconclusas como los ladridos, para postular y ganar el premio a la mejor categoría “Restricción de pasiones”.
Dentro de toda esta paranoia social y burda nos encontramos todos, obviamente algunos mas sobresalientes y triunfadores que otros, en el escenario de lo absurdo.
No hay mucho por estos días, sino soledad y algo de letargo ocasionado porque aún no comprendo el “porque de mis acciones”, debe ser producto a los estados de niñismo mimado y fastidioso que he tenido estos últimos días…
espantoso sentirse identificada con "blablablablablablablabla"

Touché

enero 07, 2009

Pausa

...

enero 05, 2009

Re-Iniciando


Sumergirse no en uno mismo, sino en lo mecánico de uno mismo.
Actuar sin hacer nada.
Seguir las instrucciones. Sin leerlas.
Escarbar en ese pensamiento, lejano y olvidado, que queda después de una noche frenética, que es como la síntesis de una vida entera.
Tocarlo. Tratar de modificar su código secreto.
Y luego lo mejor: sentirse sin palabras, sin ninguna banalidad que lo estropee.



La belleza era esto.