Esta mañana no he abierto las cortinas.
Me he quedado en el suelo de la habitación. Tumbada. A oscuras.
Despacio he recorrido mi piel con los dedos buscando los motivos.
Encontré el empeine demasiado curvado, las rodillas torcidas, los muslos gruesos, el vientre abultado, los pechos pequeños, los ojos demasiado corrientes y los labios no suficientemente dulces.
Comprendí entonces, y asentí:
"Así soy yo"
Llegó la tarde y seguía a oscuras. Tumbada.
Decidí buscar también en mi interior.
Encontré la falta de talento, el llanto fácil, la dependencia, la inseguridad, el miedo y demasiada necesidad de amor.
Comprendí de nuevo, y coincidí con las pupilas que me reprochaban.
"Así soy yo"
Ha llegado la noche.