Todo lo que escucho es un eco vacío,
Como el del caparazón de un caracol al acercarlo al oído…
Como el del caparazón de un caracol al acercarlo al oído…
Usé todo lo que quedaba de mi fuerza para luchar contra el mar
Y ahora me quedo abandonada, a la deriva, flotando en lo que queda de este barco,
Dejo que el sol me abrace, y termine con lo que dejó el mar,
Ya no tengo fuerzas para remar…
Aleteo con mis dedos para sentir la humedad del agua,
Para juguetear con los tiburones hambrientos,
De aquella sirena fuerte e impetuosa poco o nada queda,
¡Abre tus fauces hermoso mar azul!
Y engúlleme por completo...
Sepulta este cuerpo tatuado de derrota,
Acoge mi cuerpo y mi alma despedazadas en tu inmensidad…
Sé mi nuevo hogar.
1 comentario:
este texto tiene una hermosa musicalidad
siempre usted señorita escribiendo cosas tan bonitas como usted.....
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