septiembre 20, 2008

De amor...



Ella iba escapando de dos hombres
que hablaban como uno
ligados a su espalda por gruesos eslabones...
Cada vez que volteaba su rostro para ver,
llorando duplicaba sus fuerzas
para perderse en el espesor de un desierto
oculto en el pliegue de una esquina.
Cada vez que volteaba su rostro para ver
los dos hombres juntaban sus manos, sus pies, sus bocas
sus estómagos y sus ojos nariz y oídos para parecer uno sólo
...

Soltando otro trozo de piel renovaba sus fuerzas
para desnudar su carne de las prendas de la memoria
y desnuda zambullirse en el ombligo de un río
escribiendo tres epitafios en la roca.
...

Los dos hombres la abrazaron
antes de que las cadenas vomitaran sus anillos en el aire
y perdieron los sentidos arrastrados como uno sólo
hacia los rizos acuáticos.

Cada vez que ella volteaba para ver,
una lápida negra vociferaba al recuerdo
que pronto emergería sin manantiales de llanto
con dos huecos vacíos como cuencas en su espalda.

1 comentario:

humanobserver dijo...

touching.....