septiembre 17, 2008

Cancrum Kravih.


Tengo un tumor en mi glándula lacrimal. Soy dacnómano, mi cuerpo esta lleno de las marcas de mis dientes, profeso una profunda y morbosa afición a la mordedura. No tengo la rosa, tengo el puñal; no tengo la oda, tengo la marca, la palabra mal articulada y el labialismo; no canto al amor, confieso mi instinto; mi lengua es bífida por un desgarro y mi voz es un canto reptante como una risa retenida detrás de la palma de una mano.

Mi nombre es Cancrum Kravih y soy el gran reptoide, heredé la mandíbula de los grandes saurios y pocas palabras rígidas como las de cualquier reptil. Los cocodrilos se hunden en las fosas de fango cuando intento acariciarlos; mi soledad es terrible.

Ahora ¿Dioses? ¡Cubran los espejos del templo con la negra hiedra de la peste! La camada reclama la carne blanca de los dioses. Sarcófilos y caníbales, nos repugna el azúcar. Qué gemidos más rígidos, estamos salivando por una arteria.


¡Miasma! Su lengua es como el miasma, que poco dice de ustedes. Su piel es como el miasma también¡Yo tengo escamas! Mi piel es queratina dura y áspera, enciende tu cigarro ¡Tengo los ojos llenos de sangre! Vuelve a tu voz sufrida, a tu acordeón, nosotros los carnívoros jugaremos a escuchar tus palabras y luego te abriremos el vientre para alimentar a la camada sauropsida. ¡Sí, orador, cuenta tus adeptos… Acá, en los fondos del pantano somos un tropel no menos importante de hambrientos! ¡Vengan, tomen, desgarren y coman de todo lo que lleve buen nombre; de carne débil y mamífera (asambleas solemnes)!

¡Reptoides y reptiles, anfibios de irregular dentadura, de mandíbulas que no aflojan, de colmillos curvos para la carne y para los huesos, peces del abismo… El territorio y la marca de nuestra bajeza primitiva, aquí, tarde, marchamos lejos de los saludos y de los pulcros recreos, a oscuras junglas y ciénagas profundas, a los turbiones, a lugares propicios para nuestra procreación y esparcimiento!

Soy el gran reptoide de pupilas abiertas reclamando la blanca carne de los bicéfalos.

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