«si digo sed, ¿beberé?»
sí, mi querida Adrianne, beberás.
Las palabras de hoy ya no son tus palabras.
Se abrió una conspiración de virtualidades.
Estamos sedados.
Cegados en la impronta de un nuevo imaginario colectivo.
Tenemos hambre de lo que no hace falta.
Este es el descanso inútil en el país de los tuertos.
No hay modos.
El fin se acerca.
Tomaremos siete cajas de pastillas para evitar la anemia mental.
Antes de la salida del sol habrá venido hacia mi.
Algunos aspiran la felicidad.
Otros, seducidos y abrazados, se quedarán con su obra.
Estoy hablando de la impiedad.
2 comentarios:
yo generalmente hablo de mi deseo, pero también del tuyo hablar contigo hoy fue deseperación de no poder hablarte
Este tambien me gusto mucho.
Todo, no le quitaria nada.
Siento un tono diferente en la escritura.....
besos
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