enero 14, 2009

Navidades

Cuando pasan los años y uno crece, se da cuenta de que la navidad que antes esperaba con tanta ilusión ya no significa nada especial.
Los regalos eran, en ese entonces, determinantes en la existencia de uno.
Yo recuerdo las navidades desde que era bien chica, desde cuando éramos más pobres y todo estaba más lejos.
Cuando era más feliz, porque cuando uno es niño siempre es feliz.
Es precisamente eso lo más bonito de la niñez, yo creo que es también eso, y no otra cosa, lo que más envidian los adultos.
Ellos, los adultos, tienen esa extraña costumbre de demostrar que siempre tienen todo bajo control, que hacen lo correcto y que siempre, invariablemente, siempre tienen razón.
Sin embargo, he llegado a pensar que no son más que apariencias, que en el fondo siempre siguen siendo los mismos niños asustados que se han perdido de la mamá en una multitud de gente.

2 comentarios:

G dijo...

la otra vez intenté postearte y no pude u.ú

__________________________________
Sobre la navidad he pensadoy no sé si yo soy el que está perdiendo la ilusion en las cosas, o esque realmente cada vez tiene menos magia y cada vez más todo se pierde....

así como yo a los 5-8 años jugaba con tierra ahora los niños de 5-8 juegan en en el computador... ya tienen hasta su propio msn.

todo se pierde - todo se pierde....
nos dirigimos a un mundo crudo...
________________________________

nos vemos, que estés bien

y sigue escribiendo que siempre te leo xD

Anónimo dijo...

Los niños perdidos de la mama en una multitud son vulnerables... mas aun la mama, que vive su miedo a traves de su hijo. Los adultos extrañan ser niños.

Ricardo - (un beso perdido hacia ud.)