diciembre 16, 2008

La mirada desde afuera...


Pensaba en pretextos, en coartadas creíbles y en cómo hacer para disimular a tiempo esa persecusión maquiavélica sin que parezca un disimulo forzado, buscando el ángulo perfecto para que a contraluz no se hiciera evidente el color de su rostro más rosado de lo habitual.

Mientras tanto buscaba muy profundo en su bolsillo algún objeto inexistente.

Tenía miedo de mirar hacia adelante, como antes, igual que esas otras veces cuando aún tenía sueños hechos de materiales idílicos.

Cuántas cosas habían cambiado desde que empezó a escribir para nadie.

Su ilusión, sin embargo, era la certeza de saber que escribía para alguien.

Quizás la única persona en su pequeño mundo, o fuera de él, que prestaba atención a las ideas multicolor que brotaban todos los días de sus manos, palabras invisibles provenientes de un lugar insípido para el resto de la gente...

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