julio 07, 2008

El retorno


Y el espacio entre tu pecho y el mío se tornó inmenso…

Aquí mi aliento no descansa tranquilo, mientras recuerdo el sueño meciéndome entre tus piernas,

Inquilina de un castillo de sudor y piel, de sexo y caricias, de llantos y risas frenéticas.
Pasillo gélido, anuncio de una cama tibia.
Me despido de aquel sitio en silencio,

Acaricio lentamente tus sábanas, cierro los ojos, me impregno con tu olor, y algo se quiebra en mi garganta.
Recuerdos de días pasados, llenos de tí, llenos de ellos, llenos de nosotros...

Caricias tempranas, tardes ambiciosas, palabras abatidas, silencios culpables, miradas cómplices y utopías poderosas.

Caminos andados, distancias por emprender, despedidas amargas, anhelos por venir.
Hoy me acuesto en una cama extrañamente familiar, entre sábanas bañadas por tu ausencia... con todos esos sabores que sólo a ti pertenecen.

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