Sentada en la acera mirando cómo amanece desde el asfalto.
Sopla viento sur.
De ese que apenas cae bien a nadie.
Y que nos vuelve locos.
Nos pone de mal humor.
Y nos acaba engañando con una tormenta que no esperábamos para nada. Hoy quizá sea mal día para hablar de amor. O de venganza.
O de esas cosas que nos comen por dentro y callamos porque la sinceridad nos da miedo.
Mal día para derrumbar andamios a golpe de ganas de empezar de nuevo.
Hoy quizá convenga mantener cierta distancia con el mundo.
Hoy quizá sea un día cualquiera.
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